Implante de placenta liofilizada

La Placenta Liofilizada, también conocida como Terapia de Implante de Placenta Liofilizada, es una opción innovadora para el tratamiento de una amplia variedad de padecimientos y afecciones.

¿Qué es?

La Placenta Liofilizada es un producto obtenido a partir de la placenta de origen humano, que se somete a un proceso de liofilización para preservar sus propiedades. Cuando se implanta en el cuerpo, esta placenta liofilizada libera una variedad de sustancias bioactivas que estimulan la regeneración celular y fortalecen el funcionamiento de los órganos y sistemas.  

¿Quiénes son candidatos?

Es una opción para aquellos que buscan mejorar su calidad de vida. Puede ser utilizada para tratar enfermedades crónicas, padecimientos degenerativos, trastornos hormonales, problemas neurológicos, afecciones autoinmunes, infecciones crónicas y más. 

¿Desde cuándo empiezan a verse los efectos?

Los efectos de la terapia con Placenta Liofilizada pueden variar según la condición del paciente y la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, se pueden observar resultados notables en la primera semana, especialmente debido a las proteínas de fácil absorción contenidas en el implante. Los efectos a largo plazo suelen manifestarse de manera más prominente en los siguientes 4 meses.

¿Cuáles son los efectos esperados?

Los pacientes que se someten a esta terapia pueden experimentar una mejora en la calidad del sueño, una disminución o desaparición de dolores crónicos, un aumento en la vitalidad, un mejor control del peso, hidratación de la piel y mucosas, entre otros beneficios. Además, se ha observado una mejora en los resultados de laboratorio, como el control de glucosa, lípidos y otros marcadores de salud, a partir del primer mes. Esta terapia se puede combinar con otras recomendaciones médicas para optimizar sus efectos.

Indicaciones adicionales

La terapia con Placenta Liofilizada se puede complementar con otras terapias médicas según las necesidades específicas del paciente. Se ha demostrado que mejora la calidad de vida en pacientes con diversas enfermedades crónicas, trastornos hormonales, fatiga crónica, estrés, insomnio y en situaciones donde el sistema inmunológico se ve afectado, como durante la terapia con esteroides, tratamientos de cáncer o en casos de depresión.